miércoles, 14 de enero de 2009
Tarkovski, sobre Bresson (Esculpir en el tiempo)
Bresson es probablemente la única persona que en el cine ha conseguido una correspondencia plena entre su práctica artística y la concepción formulada con anterioridad de modo teórico. No conozco a ningún otro artista más consecuente en este sentido. Su principio básico era la destrucción de la llamada <>, es decir, quería eliminar la frontera entre la imagen y la vida real. En otras palabras, quería que la vida real causara su efecto expresivo,en imagenes. En su película (Diario de un cura rural) no hay ninguna elaboración especial del material, no hay modulación, no hay generalización alguna que salte a la vista. Y precisamente de Bresson dijo Paul Valery: <>. Todo parece aquí una modesta observación de la vida, carente de exigencias. Se aproxima mucho al arte zen oriental en el que la observación de la vida es tan exacta que, paradójicamente, en nuestra recepción se convierte en una imafinería del nivel artístico más alto. Una tal fusión de forma y contenido tan fantástica, divinamente organizada, probablemente sólo exista además en el caso de Alexander Pushkin.
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